Nuestro colaborador Rafael Martinez-Campos nos envía este mini tutorial de como ha «tuneado y relicado» su SX FST57 Standard de serie. Tener una guitarra con una pinta increible y que ademas suena y funciona fantásticamente es hoy más fácil con SX. Como venimos diciendo siempre, lo importante es el mueble. Y nuestras guitarras ofrecen buenas maderas.
No pierdas la oportunidad de escuchar a Rafa con su nuevo proyecto Hermanados, Tributo al grupo mexicano Maná.
- Y aquí están las dos SX, la FTL-50 a la izquierda y la FTS-57 a la derecha. Después de algunos años detrás de una tele y una strato, por fin las tengo, por un precio bastante más que razonable, y suenan, vaya que si suenan.
- Esta es la guitarra tal y como llegó de fábrica. Tenía un acabado bastante correcto y el sonido era bastante decente, pero algunas cosas podían mejorarse por poco dinero.
- Lo primero fue envejecer el mástil. Con un lijado leve desapareció ese brillo tan artificial y el tacto mejoró. Unos golpecitos por aquí y por allá y listo.
- De fábrica venía con algunos errores que no se veían a simple vista y que aparecieron después de desmontar todas las piezas metálicas. Nada importante.
- Como los trastes arañaban un poco, me decidía a redondear los extremos con una lima, una lija al agua y un poco de pulidor de metales. El resultado salta a la vista, y al tacto es sencillamente espectacular
- Después del mástil, llegó la hora del cuerpo. Con lijas de varios números fui dejando algunas zonas en madera viva y fui quitando el brillo del lacado plástico. Después un poco de aceite y betún negro para proteger la madera viva y dar lustre al lacado.
- Esto es el apantallado, una modificación sencilla y barata que evita ruidos e interferencias cuando estamos cerca de campos magnéticos generados por pantallas, motores, ordenadores… Para mi una modificación obligatoria!
- Instalación del mástil y del puente. Se ven algunos golpes y arañazos sobre el cuerpo hechos adrede arrojando llaves y piezas metálicas con cuidado.
- El golpeador es de acabado «Green Mint», que da un aspecto vintage muy convincente. Con una esponja seca arañe la superficie para quitar algo de brillo y después le di unas manos de betún para oscurecer esos arañazos. El resto de piezas de plástico fueron ligeramente lijadas para redondear las aristas e impregnadas del mismo betún para añadir algo de color.
- Con Cloruro de Hierro III (FeCl3) fuí envejeciendo las partes metálicas. Este producto se emplea en la Custom Shop de Fender para quitar el brillo y añadir una ligera pátina de óxido en sus guitarras relic.
- Esta es la diferencia entre dos tornillos una vez realizado el baño de FeCl3. El tornillo sin envejecer es el de la derecha y el envejecido el de la izquierda.
- Para evitar que el FeCl3 atacara a las roscas de los tornillo y afectara a su funcionalidad, pinché cada uno de los tornillos en una esponja de alta densidad asegurándome de que el FeCl3 sólo se aplicaba en la cabeza, la parte visible.
- La parte más delicada, por la cantidad de roscas que tiene, es el puente. Una vez desmontadas todas las piezas, le di un baño a la placa y enseguida tomó este aspecto.
- Esta es la diferencia entre una selleta envejecida y una sin envejecer.
- Con betún de dos colores impregné varias zonas del puente. Con el marrón las roscas, para simular un color oxidado. Con el negro dí a la superficie para resaltar los grabados. El betún, además de colorear, también lubrica y protege gracias a su textura grasienta.
- Le llegó el turno a los afinadores. Del mismo modo que sucede con el puente, esta es una parte delicada, ya que si el ácido afecta a las roscas podemos estropear el mecanismo de afinación. Con un pincel y con cuidado le fui dando a todas las superficies hasta que tomo el aspecto que quería.
- En la parte de la electrónica, de momento sólo le coloqué un selector de pastillas vintage y un condensador orange drop. Más adelante cambiaré el cableado y los potenciómetros. De momento el sonido de las pastillas me convence y se van a quedar montadas.
- Y este es el aspecto una vez montada, lubricada, afinada y octavada.
- La próxima vez que cambie las cuerdas quiero echar el puente para atrás un centímetro, para dejar más margen a las selletas a la hora de octavar. De momento funciona bien con unas 0.10.
- Aspecto del puente. Los muelles quedan demasiado comprimidos, así que tendré que retrasar la posición del puente, pero no es problema.
- Detalle de la pala, con todas las partes metálicas envejecidas. Las zonas de contacto con las cuerdas están lubricadas con un lápiz de grafito blando, de esos que usábamos en el colegio para dibujar al carboncillo. La afinación es super estable, incluso usando el puente con la palanca de trémolo.
- Me encanta este acabado mate. Con el tiempo y el uso irán apareciendo de nuevo zonas con brillo, pero no será tan artificial como el que traía de fábrica.
- El golpeador «Green Mint» queda sensacional. Aunque en la foto no se aprecie, hace contraste con el color de los cubrepastillas y los potenciómetros.
- Aquí se aprecia algunos de los golpes y desconchones que le hice. También redondeé ciertos ángulos del golpeador.
- En la parte trasera de la guitarra también dejé varias zonas con la madera al aire. Se puede ver el enorme bloque de sustain que trae el puente nuevo que le instalé.
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